AUDES JIMENEZ ENTRE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES Y LA FE


Por Miguel Angel Soto



Al ver el turbante en su cabeza y su piel canela, se reflejaban los rasgos de su descendencia Afro-Caribe. Ella es Audes Jiménez González, Fundadora de APRODEFA y quien además, lleva 35 años de su vida participando en trabajos comunitarios, defendiendo los derechos humanos, en especial en los relacionados con el tema de mujer e igualdad de género.

“El compromiso de quienes hemos escogido salir del nivel en donde estamos como subyugadas, es que podamos halar a las otras”, es el principal objetivo de esta mujer, luego de reconocer que tenía tres factores por el cual se discrimina aún en el país: ser mujer, pobre y negra.

Esta licenciada en biología y química, quién además tiene una Maestría en estudios del Caribe, nació en 1983 en Chigorodó, una zona de Urabá antioqueño y es madre de 2 hijos, los cuales formó con toda la libertad para que fueran autónomos en la toma de decisiones.


Escalando Peldaños.

“Yo quería ser monja, yo quería ser una religiosa, quería servir a Dios y todo lo demás”, así fue como motivada por la religión al realizar su primaria en un colegio de monjas, empezó su trabajo comunitario desde los 14 años con una población de Palenque asentada en el barrio Bajo Valle, junto la asesoría de las siervas de San José del Valle, buscando que las familias donde llegaran tuviera buenas condiciones de subsistencia y a su vez fueran evangelizadas.

Otro momento en sus inicios, fue el apoyo a la construcción de un colegio en 1983, que hoy es el actual colegio San Carlos Borromeo, pues de un grupo de jóvenes de la sallé y del grupo juvenil de la parroquia, “un poco locos que creíamos que íbamos a cambiar el mundo de la noche a la mañana y Empecé a mirar que no era suficiente solo trabajar por la educación, que había integrar otras apuestas como la parte de estructuras, mejoramiento de salud, de vivienda.

Después de 5 años, Audes seguía subiendo la escalera del trabajo comunitario, un primer peldaño fue su inclusión en organizaciones cívicas apoyando los procesos organizativos en el suroccidente de Barranquilla, para mejorar las condiciones de vida en términos de servicios públicos.

De igual forma, trabajó desde los municipios y fue escalando al departamento, la región y hasta llegar al país, laborando en procesos sociales mucho más amplios como lo son, los movimientos ambientalistas, movimiento por un desarrollo sostenible y la última incursión fue haber ingresado a trabajar con el movimiento de mujeres alrededor de 18 años.

Entro a trabajar más para que haya una mejoría en las condiciones desde un enfoque de género, de derechos humanos, étnico, una tendencia a mirar desde como desde los grupos minoritarios, pero también de poblaciones mayoritarias como las mujeres, se puede apostar a eliminar toda una seria de exclusiones que no permiten que se tenga realmente vida digna.

A partir de un artículo periodístico, una entidad de apoyo entre el gobierno de Colombia y el Alemán (fondo de convivencia y concertación social), apoya con 50 millones de pesos a grupos nuevos; y alguien que dirigía el grupo vio el periódico y a través de él, la localizo, ofreciéndoles el recurso para ampliar el trabajo, pero deben agruparse un poco, crear un nombre. Se empezó hacer un trabajo organizado sacando personería jurídica todo esto en el año 2001 y entonces empezamos a elegir los énfasis a trabajar como los derechos humanos, Prodefa no ha tocado puerta de la cooperación internacional para que avalen los proyectos, no ha conocido a través de nuestra imagen. Se encontraron con una red que estaba un poco dejada, y el grupo asumió la secretaría técnica de esa red de mujeres y hoy es una de las grandes redes posicionadas en la región Caribe, en temas de territorio y desarrollo.


Alegrías y tristezas en el trabajo comunitario.

Unas de sus grandes alegrías es que siente que ha aportado a conformar una escuela de mujeres en la región Caribe que están en una lucha por la reivindicación de derechos desde una apuesta metodológica muy coherente con nuestros tiempos; y otra alegría muy significativa que la conmovió fue cuando fue seleccionada como Premio de Ashoka, porque fueron 18 meses de 4 paneles de entrevistas para que me pudieran seleccionar.

Su mayor decepción, fue algo que inclusive duró 3 semanas llorando, cuando se dio cuenta en un evento que se hizo y que supuestamente había sido concertado con diferentes dirigentes de la ciudad; que el ser humano, a pesar de supuestamente que los credos que tenga, pueda ser tan perverso. “En plena plaza pública alguien que pensé que jamás lo haría, me hiciera daño”, Fue precisamente un sacerdote quien rumoró información errónea sobre ella.

Llegó a pensar en retirarse de todos esos procesos “yo no podía seguir y me entra una desesperanza porque estas luchando con la gente para transformar condiciones de inequidad”. Fueron 3 meses en los que se alejó y se dedicó a su familia y después pudo levantarse. Para ella, en la vida deben manejarse una imagen permanente de coherencia de lo que se dice y hace, “Como es posible ser defensora de derechos humanos y atropellar a la persona de que me sirven mi casa o no escuchar a mi hijo o hija”.


La espiritualidad.

“Hoy más que nunca siento la presencia de Dios padre y madre en mí, pero hay una mirada diferente”, dijo Audes, quien la fe en sus inicios tenía una mirada contemplativa, en donde Dios castigaba y para seguirlo había q dejar absolutamente todo.

“El sacerdote era una persona intocable, era imposible pensar mal de un servidor del santo padre”, hoy ha rescatado otro tipo de Dios que vive dentro de ella y aclara que no es atea y agregó “Estamos aquí no para construir un reino más arriba, en el cielo, ni por debajo del infierno, estamos para construirlo aquí en la tierra y aquí en la tierra podemos tener el infierno y el reino al mismo tiempo. Hoy siento más viva mi fe”.

De igual manera al referirse de la biblia, enfatiza que fue un libro escritos por hombres en una época donde necesitaban tener subyugado a un pueblo. Sin embargo, resalta el papel de la Virgen María, y no es el que pinta la sociedad de una mujer sumisa sino por el contrario, una mujer luchadora capaz de formar al salvador del planeta.


Mujeres vs Hombres.


“La sociedad condiciona al niño desde antes de nacer”, con estas palabras Audes reconoce que la cultura es la principal culpable de la discriminación hacia la mujer porque al querer conocer el sexo del niño en el quinto mes de embarazo para poderle comprar los juguetes y decorar su habitación, no esperan a que el niño o la niña sea autónoma en la elección de su estilo de vida. “Si es niña se le pinta el cuarto y se le compran sus objetos rosados porque es delicado y si es niño, azul porque representa la fuerza”.


De igual forma, los juguetes: a las niñas le compran muñecas y accesorios para el hogar para que despierte el instinto maternal y la sumisión en el hogar; y a los niños carros, robots y superhéroes para que se defiendan en la calle. Es así como algo elemental marca la relación de hombres y mujeres, quienes puedes realizar las mismas actividades si se les desarrolla sus competencias “hay mujeres que alzan pesas”.


El aborto: una decisión de la mujer.

Uno de los temas polémicos en el país y en el mundo entero, es la interrupción voluntaria del embarazo, es por esto que una defensora de los derechos de las mujeres está a favor siempre y cuando no esté en riesgo la vida de la madre y que el feto no tengas más de cuatro meses, porque aún no tiene conciencia. “Las mujeres tienen derechos sobre su cuerpo pero se debe educar más en la prevención” puntualizó.


Tomado de regióncaribe.org




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